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Narrativas de la cuenca del Campoalegre, donde las oportunidades son escasas

Una historia de desigualdad de ingresos y de tierras ha dejado a los habitantes y agricultores en las zonas rurales de la cuenca del río Campoalegre de Colombia sin servicios básicos, saneamiento, educación y oportunidades económicas. Los investigadores del SEI pretenden nivelar las condiciones de estos habitantes poniéndolos en contacto con los responsables de las políticas que influyen en sus condiciones.

Laura Forni, Tania Santos, Cláudia Coleoni / Published on 21 March 2022

Vea a los habitantes de la cuenca del río Campoalegre de Colombia contar sus historias. Vídeo: Cúpula Films / SEI.

La principal fuente de sustento de los habitantes de la cuenca del río Campoalegre en Colombia es la producción de café. El largo conflicto interno, alimentado por una exorbitante desproporción en los ingresos y una distribución desigual de las tierras cultivables, ha propiciado que las comunidades indígenas y los pequeños caficultores deban soportar condiciones de vida desfavorables. Durante los últimos años los investigadores del SEI han trabajado para sacar a la luz las desigualdades que afrontan los residentes más marginados de la región con el fin de allanar el camino hacia un mejor acceso al agua potable y a las necesidades básicas.

La cuenca del río Campoalegre abarca importantes distritos cafeteros situados en los departamentos de Caldas y Risaralda. En ella residen unas 270.000 personas, dedicadas principalmente al cultivo del café y a las industrias conexas. Una investigación reciente, relacionada con las desigualdades entre los habitantes de la región, encontró que quienes viven en las zonas rurales más remotas enfrentan las mayores barreras para acceder al agua potable, y a necesidades básicas como el alcantarillado, las carreteras, la comunicación y el Internet en sus hogares.

El café es el producto agrícola más importante en la cuenca del río Campoalegre pues representa el 24% del área cultivable, y alrededor del 6% de la producción nacional. En 2019 la zona produjo, con métodos tanto tradicionales como orgánicos, 15.000 toneladas del grano, que sirvieron para satisfacer parte de la demanda nacional e internacional.

El programa del SEI “Narrativas sobre Pobreza y Medio Ambiente en América Latina” busca que se escuchen las voces subrepresentadas, a la vez que analiza cómo la justicia social y la igualdad de género pueden apoyar la sostenibilidad ambiental. La idea es que el incremento de la equidad social y la incorporación de las perspectivas de los residentes en la toma de decisiones regionales pueden mejorar sus medios de vida actuales y los de las generaciones futuras.

Los investigadores identificaron las comunidades marginadas de la región, y establecieron la conexión entre la escasez de servicios ecosistémicos (como la provisión de agua de buena calidad) y su falta de poder e influencia en la toma de decisiones. Debido a las dinámicas de poder establecidas, las poblaciones desfavorecidas están sometidas a condiciones socioecológicas cambiantes que escapan a su control, agravadas por el cambio climático, y otras vulnerabilidades de los ecosistemas que afectan su bienestar y sus medios de vida.

Junto con trabajadores sociales locales, los investigadores entrevistaron a grupos de indígenas y pequeños caficultores (agricultores con propiedades de menos de tres hectáreas) con el fin de que sus relatos sirvan para informar respecto de las políticas públicas a las que se ven sometidos. Las principales conclusiones del estudio indican que la marginalización afecta al acceso a las necesidades básicas, especialmente de los pueblos indígenas de las reservas de Suratena y Altomira del municipio de Marsella, y de los pequeños caficultores. Están excluidos de algunos servicios públicos, como una infraestructura escolar adecuada, el suministro de agua potable de buena calidad y el uso legal de la tierra, y están expuestos a desastres naturales, entre ellos los deslizamientos de tierra.

Hand holding pile of raw white coffee beans

El café es el principal cultivo en la cuenca hidrográfica colombiana de Campoalegre, donde los habitantes indígenas y los agricultores carecen de acceso a los servicios públicos básicos. Pantallazo: Cúpula Films / SEI.

Narraciones de las comunidades indígenas

Las reservas de Altomira y Suratena en la cuenca del río Campoalegre comparten muchas similitudes, pero difieren en la forma de tenencia de la tierra: la comunidad de la reserva de Suratena considera que la tierra es propiedad común y colectiva; en cambio, la comunidad de Altomira establece que la tierra es propiedad privada. Cada una de estas concepciones influye en el uso de la tierra y del agua con fines de subsistencia y productivos. Gran parte de la tierra en estas reservas se destina a la producción de café, pero también al cultivo de plátano y cacao. Estas comunidades siguen luchando para garantizar su seguridad y soberanía alimentarias, especialmente por la ausencia de propiedad de la tierra y por el escaso acceso a recursos, como fertilizantes y semillas.

Nosotros no contamos con vivienda propia, nosotros contamos con un bien común de toda la comunidad. Todo hace parte de un bien común, tanto la tierra, que le dan a uno, digamos” le voy a dar a usted tantas cuadras", pero es un bien común, usted no puede vender, usted no puede hacer negocio con eso.

Edison Zapata, 33 años, Resguardo Suratena.

Me gustaría tener un terreno donde sembrar plátano, que yo sepa que es mío, porque el día de mañana me van a venir a reclamar, porque uno no está libre de problemas, no hay como tener lo de uno.

Luisa Fernanda Niaza, 28 años, Resguardo Altomira.

A pesar de la producción de café y otros cultivos, las condiciones y la calidad de vida de estas familias son limitadas al no disponer de viviendas dignas y seguras, y de espacios suficientes para sus miembros, pues la sobrepoblación crea condiciones de vulnerabilidad y favorece los actos de abuso sexual. Es común cocinar con estufa de leña. Las fosas sépticas generan un problema ambiental al desbordar su capacidad, al igual que la quema y la tala de árboles para cocinar.

En cuestión de salud, lo normal diría uno, que daño de estómago, así, porque el agua no es tratada, simplemente, unos cuantos hierven el agua, pues al ver que no es tratada el agua, y la mayoría la consume así sin hervir.

Edison Zapata, 33 años, Resguardo Suratena.

Narraciones de los pequeños caficultores

El 57% de las familias que habitan la cuenca del río Campoalegre ocupa el 8% del territorio. Como actividad principal, la producción de café favorece la creación de un paisaje cultural que gira en torno a su cultivo, y que impacta social y económicamente a las familias, no sólo en su forma de vida y en su interacción cultural, sino también en su vulnerabilidad ante los cambios climáticos y el costo de los suministros.

Las entrevistas del SEI evidencian que la mayoría de los actores coinciden en que las políticas públicas y el limitado acceso a la educación provocan una escasez de oportunidades económicas, lo que se traduce en el envejecimiento de la población agrícola activa, la desmotivación y la migración de la población joven a la ciudad.

Las oportunidades para trabajar no las vemos; porque joven que termina el bachillerato joven que quiere emigrar, el relevo generacional lo estamos viendo complicado tanto interno en la familia como veredal. Las personas jóvenes para trabajar ya están escasas. Acá nos trabaja don Alberto, que tiene 72 años pero que veamos personas jóvenes buscando, no hay, prefieren ser vigilantes, conductores de carro o se van a la policía los hombres y las chicas con otros oficios que no tengan que ver con trabajar la tierra; se van para el servicio militar. Y desde el Estado tampoco hay políticas públicas por ejemplo si hubiera internet, lo que llaman educación contextualizada en los colegios veredales, no los pelados si de pronto ven que hay opciones en tecnologías como el internet que es lo que les gusta se van quedando, pero no las ven, no las tienen, es una región con mucho potencial pero que no se ve. Es una región productora de café, pero es una productora de café de comodín, de venta de café pergamino y se fue, cuando se rompen esas cadenas no queda opción de oportunidades.

Alvaro Idarraga, 58 años

Los pequeños cafeteros carecen de acceso a las tierras porque los agricultores las parcelan para sus hijos, reduciendo así su tamaño. Por su parte, los grandes cafeteros compran más tierras y diversifican los cultivos sembrando aguacate y otros productos. Para el pequeño agricultor el coste de la tierra y los gastos asociados son elevados, y los procesos legales complicados. Si los cafeteros no son propietarios de la tierra no pueden acceder a créditos ni otros beneficios financieros.

No, aquí es muy diversa, hay unos que tienen mucho dinero, tienen mucho bienestar, y digamos que son los propietarios de fincas grandes, y que tienen además, sus ingresos no provienen del café, provienen de otros negocios del comercio, de la industria, de otras cosas muy distintas, pero si yo me voy a mirar al cafetero, cafetero chiquito, todas las necesidades básicas insatisfechas, viven en una casa como esta o peor, que se están cayendo, casas de bareque, vueltas una nada, viejas, caídas, tengo un vecino que ni siquiera tiene agua, tiene que irse a burriar agua desde lejos porque ni siquiera tiene agua, servicio de luz caro, gas caro, educación para los hijos deficiente.

Susana Agudelo, 51 años

Los residentes también sufren la falta de saneamiento doméstico y de recogida de basuras, lo que no sólo perjudica su calidad de vida, sino que también les genera problemas de salud y contaminación ambiental. Por ejemplo, el río Campoalegre contiene altas concentraciones de arsénico.

Un problema es el agua que viene del río Campo alegre y es sin tratar. Es bastante mala. El agua sin tratar, es uno de las causas de los problemas de salud, es bastante mala, genera problemas de salud, llega muy contaminada por barro. La falta de tanques de sedimentación, era un proyecto de la alcaldía de palestina. No es un acueducto del Municipio, es del comité de cafeteros, es multiveredal, porque si hablamos de calidad de vida, pero no tenemos calidad del agua. Con decir que se debe hervir el agua hasta para trapear.

Álvaro Idarraga, 58 años

Implicaciones políticas y próximos pasos

La iniciativa del SEI sobre Igualdad de Género, Equidad Social y Pobreza (GESEP) examinó las dinámicas de poder y la influencia en la toma de decisiones de los actores involucrados en los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCA) de Colombia. El trabajo demostró que las actuales políticas de uso de la tierra y de acceso al agua en la cuenca del río Campoalegre marginan especialmente a los pequeños caficultores y a los indígenas, empujándolos aún más a la pobreza. La Iniciativa GESEP apoyará el proceso de toma de decisiones del POMCA, de forma que se incorporen las voces de los grupos desfavorecidos.

La información recabada en estas comunidades permite entender algunos de los fenómenos de la región, como la migración de los jóvenes, de este y otros territorios de Colombia, del campo a las ciudades en busca de oportunidades económicas y de servicios básicos como la educación, la salud, el internet y las vías de acceso, pues su escasez la estimula, poniendo en peligro la viabilidad a largo plazo de las actividades económicas de los pequeños productores.

La falta de servicios básicos dificulta la participación de los pobladores rurales en los procesos de toma de decisiones que podrían mejorar sus condiciones actuales, por lo que sus necesidades no se ven reflejadas en los planes de gestión ambiental o territorial. Las políticas que implican procesos participativos deben tener en cuenta estas dificultades y solicitar activamente los aportes de las comunidades para desplegar estrategias creativas que permitan a los más vulnerables ser escuchados por las personas con poder.

El siguiente paso del trabajo de SEI es abogar por la inclusión de estas comunidades en los procesos participativos relacionados con las políticas y la planificación territorial a fin de lograr un mejor acceso a agua de buena calidad, a vías de comunicación, internet, salud y educación, con el fin de que cambien sus condiciones de vida. Esperamos que nuestro trabajo ponga de manifiesto las necesidades de las comunidades marginadas y la importancia de la participación inclusiva en los procesos políticos relacionados con el medio ambiente y el agua.

Escrito por

Laura Forni

Acting Water Program Director

SEI US

Tania Santos

Research Fellow

SEI Latin America

Cláudia Coleoni

Research Associate

SEI Latin America

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